¿Se han dado cuenta que los domingos no como los demás días?
Hay algo detrás de los domingos que siempre queda en el aire, algo incompleto,
algo sin resolver. Los domingos son especiales, son un dolor de hígado. Parece
que fue diseñado con el único fin de maquiavélicamente hablando, hacer una
lista de las mil maneras de morir. Como el programa, muy estúpido.
Claro que no todos son así. Pero es que a todos alguna vez
le ha pasado ¿No? ¿No soy tan anormal no?
Los Domingos, si no hiciste nada con tu vida, sino saliste,
sino tienes planes, ni siquiera resaca, créeme que te pasas la tarde viendo tus
redes sociales, drogándote con imágenes y videos de todo el mundo menos tuyas. Viendo
al mundo cumplir sus sueños y tú con el trasero aplastado, te sientas a verlos
como comparten esas grandes experiencias que te encantaría vivir también. Observas
el cielo, como las nubes van avanzando por el cielo y el mundo va girando al compás
de las horas, y te cuestionas si realmente vales aunque sea un poco en este
mundo ya que gira sin detenerse y tú sigues ahí, en el mismo lugar de siempre.
Tienes sentimientos encontrados porque tienes ganas de
cambiar pero sin moverte, quisieras que alguien toque tu puerta y decirte que
todo ya está resuelto, puedes ser libre… pero no. No es tan fácil, no es tan
simple. Y vienen los “ojalas…” y los “si tan solo…”, de todo lo que te gustaría
hacer o decir, o las posibilidades venideras y falsas esperanzas, donde te
engañas a ti mismo que todo será diferente pero ¿Cómo tienes diferentes
resultados, haciendo lo mismo?
Los domingos son buenos y malos, tristes y felices,
positivos y negativos. Es el fin de una semana, que si no tuviste un cambio en
la rutina, te hunde, te lastima. No quiero decir que te deprime porque ya es
más un cliché. Pero es la verdad, para los que suelen estar concentrados en su
mundo, envueltos en sus propias fantasías y sueños, los domingos es un golpe
contra el poste de pura realidad, te hace despertar, pisar realidad. ¿De qué? De
que no eres inmortal, de que tienes que enfrentarte a una nueva montaña rusa de
5 días, de que sigues siendo humando y que tienes más deberes y
responsabilidades, un día más cerca la muerte efímera. Crudo y real.
Entonces buscas excusas, falsas vidas, alegrías pasajeras
para no pensar en ello, te refugias en la tecnología, y ahí te quedas hasta que
tus ojos no puedan más. Nadie va a bajarte a la realidad, el domingo no tiene ningún
derecho de torturarte con esa mentalidad. Quizá mañana empieza algo nuevo, quizá
la vida te sorprenda con una segunda oportunidad o simplemente te subes a la ilusión
que te lleva al punto de partida de nuevo.
Domingos, diseñados para cuestionarte sobre la vida, la
relatividad y la posibilidad. Como ser algo, ser alguien o ser nada.
¿También te has sentido asi alguna vez? ¿Los domingos también son pesados para ti? ¡Cuéntamelo ya en tu comentario! :)
También me a pasado! :c
ResponderEliminardomingos fatales...
Puajj odio los domingos, sin fatales -.-
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