¡No sufro de locura, la disfruto!
Pueden imaginarse que estoy riendo ahora mismo, porque
contar esto se me hace gracioso pero también raro, por eso lo quiero compartir.
Sé que el titulo suena estúpido, muy “Forever Alone” e incluso patético o malpensado. Pero no, alto a las
neuronas, aun no pienses en nada, déjame continuar.
A lo largo de mi corta e insignificante vida he llegado a la
conclusión que, a veces, porque no es siempre, ser yo mi propio
entretenimiento. Me explico. En mi vida me mudado tantas veces que no tengo
amigos de barrio o que eran mis vecinos o de toda la vida. Eso hace que
normalmente cuando voy a un lugar valla sola, no salía al frente o a la vuelta
de mi casas a buscar a una amiga para que me acompañe, en mi mundo no era así.
Buu.
Pero bueno, entonces normalmente cuando sales suelen pasar
cosas que si estuvieras con alguien le dirías: Oye mira esa tía, tiene el polo al revés y se le nota el calzón
amarillo, seguro lo tiene desde año nuevo. Pero mira esa chica, convino rayas con lunares y se le corrió el rímel,
parece un panda mutante. Y si eres
como yo, que no ando pegada en el celular en la calle, observar a la gente
caminar y ver sus rostros es un pasatiempo, imaginarse a donde van y que
piensan. Es gracioso porque la gran mayoría de hombres están sacándose un moco
como si estuvieran en su casa o mirando traseros. Las mujeres es un mundo
diferente. Cada una puede estar haciendo algo diferente y a la vez todas están igual
mirándose entre sí.
Entonces en estos casos, como no tengo nadie, me divierto
sola. Observando. Pero cuál es la parte más divertida, que en cuestión de
segundo puedo ver como a la tía que me empujo al bajarse de la combi se me caen
los papeles y se le vuelan y corre como loca por ellos. Al niño que estaba detrás
de mi asiento, que me jalo pelo, se le cae su carrito azul y su mama no se da
cuenta y se queda sin juguete. Que el cobrador que me cobro 6 veces después de
que le pague, le dé ganas de ir al baño y por querer hacer rápido, el chófer lo deje tirado.
Y para rematar ver el mundo arder por un meteorito, con la invasión
zombi-alienígena donde todo colisiona y… ¡Ah!
Mucha imaginación para tan poco tiempo.