Son las tres y media de la mañana, no duermo, no puedo.
Estoy en medio de una atmosfera negra, supuestamente es mi habitación, no lose,
estoy muy confundida, mi cabeza grita pensamientos, mi corazón emociones, pero
mi boca esta callada. Siento frio, pero estoy abrigada. Quiero salir corriendo,
pero estoy quieta. A veces me siento así, a veces peor. Pero es algo a la que
ya me acostumbre, es normal para mi sentir un dolor en mi pecho que me deja sin
aliento.
Mis ojos me pesan, lloran callados y sin motivo, intento relajarme,
alejar el ruido de mi cabeza, pero hay un zumbido que me da migraña. No quiero
dormir, porque prefiero pasar la noche en vela que cerrar mis ojos para no
descansar. Mis pesadillas son el pan de cada día, cada noche soy perseguida,
soy asustada, incluso a veces pillada al punto de detener mis latidos, haciendo
despertar de un brinco.
¿Es que soy la única que pasa un infierno para cada movimiento
de su vida?
Solo los ángeles descansan, solo ellos tienen paz, solo
ellos merecen tener felicidad incluso al soñar, no hay nada que fastidie su
tranquilidad. Siempre los observo, son hermosos, son normales, pareciera que
todo ya lo supieran, atraviesan las vallas sin problema y sin tropezar. Porque
no me dan un poco de si agilidad.
No hay piedad para los rechazados, vamos errantes paso a
paso, porque es normal si nuestro mundo se viene abajo, ya que nos enseñaron a
pararnos y seguir andando. Vamos sin esperanza alguna, solo la luz de luna
ilumina y en bullese nuestra penumbra, como ella no otra igual, luna llena de
miradas estas, de preguntas sin contestar, anhelando un milagro a la pobre alma
de un rechazado.
Ángeles en el cielo, también en la tierra, viajan conmigo,
vuelan por la vereda, caminan contigo, y algunos te miran con pena, pero no les
puedes hablar a ellos, sería una condena. No merecemos estar si quiera en su
presencia, alejamos la mirada, ellos pueden hablarnos pero nosotros no, estamos
cochinos, llenos de pecado, inmundicia somos, está en nuestra frente, y por más
que lo intentemos siempre caemos en el mismo holló de siempre.
Ellos siempre están a la espera de que simplemente le mires,
ellos siempre quieren hacerte perder los papeles, no como los ángeles, ellos te
confunden, quiere envolverte y ahorcarte hasta casi la muerte, pero no te
matan, sería muy sencillo te dicen, alguien como tu merece vivir con ello cada día
de su insignificante existencia. Tienes que reconocerlos bien, porque muchos
dicen ser demonios para evadirlos, pero ellos no necesitan decirlo, tiene en la
mirada algo que los delatan, es un fuego ardiente en su mirada.
A veces hay alguna que otra estrella buena, esas son
excelentes, como un oasis, aunque algunas son también fugases. Yo tuve unas
cuantas colgadas en mi cuello como un talismán preciado, pero terminaron siendo
fugases, y partieron a ser de otros su talismanes, dejándome un vacío grande.
Solo conservo una pequeña, que a veces se apaga, pero trato de darle luz para
que no se valla, es especial, es un confort, te da animo en los momentos de
dolor, te escucha y te entiende, no te juzga y te mantiene fuerte. Gracias a la
luna, por las estrellas compañeras.
Locos y locas, rondan por las calles, hechiceros y brujas
abundan, están por ahí, están por halla, quien sabe que es lo que te dirán, en
tu cabeza solo quieren plantar mentiras para hacerte vacilar, y es que por
dinero son capaz de matar. Solo hay que evitarlos, porque se ve su necesidad,
pero que no te dejen engañar, a veces lo que se ve no es lo que aparenta.
Luna lunera, sube la marea, haz que lo piratas no pisen
tierra, deben quedarse con sus sirenas, que no vengan a volver loco en tierra,
ellos ríen y no paran de beber, creen que tienen el derecho con solo decirlo, ¿porque
celebran por todo? ¿Por qué celebran por nada? Quien los entiende, ni su madre,
de que tanto hablan de haber sido dura y bella. Y que solo las sirenas son
encantadoras como ellas, pero claro, en sus genes llevan la perfección en
cantidades impensables, todo el mundo muere por siquiera un beso de ellas, es
que casi perfecta son, el único problema es que en la tierra no tienen futuro, sirenas
y sirenos suelen admirar la vida aquí ya que ellos desisten y huyen antes de
poner un pie aquí. Estoy de acuerdo, yo haría lo mismo, no duraría de irme de
este infierno que quema cada vez más fuerte.
Yo paso de esas vidas y las demás que hay, algunas sin
importancia y otras ya ridículas, es que a veces sientes que no puedes
detenerte, tienes que seguir yendo con la corriente, porque es más difícil ser
diferente que acoplarte a la gente. A los demás solo les importa su bienestar,
no hay amor al prójimo, no hay paz ni armonía, porque el respeto se ha perdido
en el bosque de la desesperanza, haciendo a dudar si algún día estuvo aquí.