En estos últimos días me he sentido con demasiadas cosas en
mente, en esas que quieres hacer todas las ideas que tienes en mente pero
vienen en carga montón y en vez de ayudarte, te saturan y sientes que vas a
explotar.
Pero siempre al final del túnel, está la libertad, tu mente,
tu corazón y tu alma liberan esas cargas, sentimientos encontrados y emociones
que te cegaban, ahora puedes ver más halla, puedes darle más sentido a todas
esas ideas. Y por ende a tu vida.
Y con todo esto, siempre hay alguien, que aporta un poco de
luz, que te orienta en toda esta tormenta, y está junto a ti para apoyarte, y
me refiero a esa persona que consideras como tu hermano de otra madre. Un
amigo.
Yo llevaba años, varios años oponiéndome a la etiqueta de
“mejor amiga”; dejo de gustarme en un punto, no la consideraba en nadie,
incluso solía decir que cuando me preguntaban por alguna “¿es tu amiga?” yo
solo decía “la conozco”. Si, así de frio y cerrada.
E tenido cientos de amigas con las que compartí parte de mi
tiempo, esas amigas que estaban en tu grupo y tienes grandes recuerdos. Pero
“mejor amiga” es a la que llamas llorando en la noche cuando el dolor de tu
cabeza no para y tienes inmensas ganas
de huir.
Muchas de estas amigas, a las que les tengo un gran cariño,
se les ocurrió poner las etiqueta, pero se crea ya una tención después, la
responsabilidad de ser “la mejor amiga”, pero algunas solo hacían el papel de
ser la que llama en la noche entre lágrimas, pero no estaban cuando yo llamaba.
Hablando hipotéticamente claro.
Es normal toparse con personas que son de esas “que pasan
por tu vida para enseñarte algo” y de ahí se valla. Y usualmente es con
amistades, que creemos o consideramos sinceras, pero al final la alegría cambia
a pena. Es de humanos equivocarse, pero jamás ser piedra de tropiezo para otro,
y es algo que yo sentía cuando me encontraba con estas amistades dañinas, que jamás
sentí la confianza de contarle mucho sobre mí.
Ser “Amigo” para mi es una responsabilidad. Claro que hay niveles de
amistad, dependiendo el tiempo y la confianza, pero poniendo un ejemplo, con mi
promoción de colegio, todos somos esos amigos que la pasamos siempre bien, y
que a pesar de las inmadureces, seguimos siendo una promo.
Y al final llegaba a la conclusión de que, así como uno
oficializa una relación, quería hacerlo por una amiga, porque para mí, nombrar
a una “mejor amiga” no era una decisión fácil, y quise mejor demostrarlo a mi
manera.
Para mí la amistad es algo especial, algo más halla que
conversaciones de chicos, más que frases y fotos en redes sociales con grandes
dedicatorias. Para mi amistad es esa persona que puedes hablar de todo, hasta
la más mínima sonsera que se te pase por la cabeza, que le cuentas no solo tus
sueños y anhelos, sino tus debilidades y defectos, que le tendrás confianza de
todo. No secretos. Para mí en una amistad incluso hay un tipo de celo, a
perder, a que otra vea la gran amiga que tienes, que pueda alguien ser tu
reemplazo pero que eso no será un obstáculo. Que a pesar de las peleas,
buscaran el momento para aclarar todo, que no se sacaran en cara secretos y
errores del pasado. Pero sobre todo, que a pesar de que dejen de verse por un
tiempo o dejen de hablar, eso no cambiara absolutamente nada. Una relación
amical de verdad.
Y ese algo especial, para mí, que después de tanta oscuridad, conseguí esa persona que me ayudo a ver, que me dio ánimos, que enderezó mi cabeza, me dio valor, seguridad pero sobre todo a no perder la esperanza y la fe en la vida. Ella sabe todas las etiquetas erróneas que tuve, y mientras iba escribiendo, iba recordando. Pero al final está ella, a quien ya puedo decir que es mi mejor amiga, sin dolor ni arrepentimiento, porque pongo las manos al fuego por ella. Y algo que le he dicho varias veces y se lo vuelvo a repetir: Podremos pelear, podremos dejar de hablar, puede pasar cualquier cosa, pero tu amistad es algo que jamás quiero perder.
Dedicalo a esa Mejor Amiga que tanto aprecias ❤