¡¿Y ahora qué
demonios me pongo hoy?!
Es la misma pregunta que me hago todos los días, frente a mi
ropero, a la espera que salga Karl Lagerfeld, con un su ultimo diseño de Chanel
en mano, recién salido del horno, entallado y preciso, como anillo al dedo. Y
solo creado para Mí.
Pero no. A mi alrededor solo veo pedazos de tela sin nada
llamativo y sin nada que contar. Simple. Como yo. Y me frustro. Pensando: Soy
la única tonta que no sabe que ponerse… Apuesto que las Kardashian no les pasa
esto. ¡Madre mía!
Dicen que las mujeres
pueden tener un closet lleno de ropa –a lo Diario de una Princesa- y aun así no
saber que ponerse.
¡Hey! No es cierto… o por lo menos no tan exagerado…
Y es que simplemente nos hacemos un mundo en nuestra mente,
no solo pensando en que ponernos, sino en no repetir el mismo outfit, en si
alguien más llevaba el mismo polo o pantalón que el nuestro, incluso llegamos a
pensar como irán las demás, imaginando que estarán súper regias. Y al final
pues van normal.
Es que todo depende. Para empezar el clima. Yo personalmente
prefiero el invierno, es más fácil saber que ponerme porque tiene que ser algo
que me abrigue, haciendo que justifique por ahí mi huachafería o algún error de
moda. Puesto que no se necesita esta físicamente bien, porque con toda la ropa
que llevas en sima, ni se notan los rollitos y además es perfecto para tomar un
rico té con un buen libro. En cambio en verano, si las fiestas te dejaron echa
una albóndiga con piernas, pues a ver como verse bien con solo polo y short, o
cuando tienes que salir a algún lugar importante y no puedes ir ni tan sport ni
tan formal y al mismo tiempo sin que te haga sudar como un cerdo, dime quien no
se volvería loca. ¿Por qué no es tan sencillo?
Otra es el lugar a donde vallas. ¿A qué me refiero? Pues
depende si vas a tener que caminar para llegar a tu destino, y si en ese trecho
no habrá algún desubicado que se quiera pasar de listo. O si el sol está a tope
o mucho viento y todo el arreglo de dos horas se va por el drenaje. O lo que
escogiste se pasó de muy formal o muy exhibicionista. Y en el peor de los
casos, que alguien lleve lo mismo que tú. Pecado capital. ¿Por qué las mujeres
somos tan complicadas?
Y por último, y creo que he dejado lo peor para el final. Ok
no. Pero es cuando estamos en nuestros días. Esos días donde queremos ahogar en
agua bendita a todo que simplemente respire nuestro aire. Esos días donde nos
provoca todo y no queremos nada al mismo tiempo. Todos nuestros sentimientos y
emociones se revuelvan en nuestro abdomen haciendo que nos retorzamos de la
felicidad y dolor, todo al mismo tiempo. ¡Wuju! Horrible. Y es por eso que
preferimos incluso no salir esos días para evitar cualquier indicio que alguien
simplemente lo sospeche, en especial un chico.
Y es que ya no sé si ser mujer es de valientes o
masoquistas.
Obvia y orgullosamente es de valientes y vigorosas. ¡Poder
femenino, con todo y sus complejos!